sábado, 11 de octubre de 2008

Sobre la Sanidad

He visto y oído noticias sobre la persecución y acoso, por parte de sindicalistas, al Consejero de Sanidad (PP) de la comunidad de Madrid. Tras contactar con colegas de allí, y contrastar la noticia sobradamente, la situación parece más fruto del "todos al por el PP" que de una sensibilidad por la situación realmente crítica de la Sanidad, añado yo, en toda España.

Ya me sorprendió la circulación de un informe con visos de seriedad de una rimbombante y pretendidamente imparcial Federación de Asociaciones para la Defensa de la Sanidad Pública (FADSP) en el que figuraba entre los cuatro últimos puestos la sanidad madrileña y, para rematar la faena, la sanidad andaluza ocupaba el segundo mejor puesto, toma independencia y cualificación de los que han realizado dicho estudio. Cualquier profesional de la sanidad medianamente informado, sabe que la realidad es justo al revés.


LOS HECHOS


Estos sindicalistas que a pesar de usar batas y ropa sanitaria, poco tenían que ver con el sector sanitario y sí con los "liberados" de otros sectores sindicales (figura que convendría reorganizar), son el reflejo de por donde camina la sociedad española. En un momento de crisis galopante, con pérdidas sangrantes de puestos de trabajo, ellos se centran en atacar al PP, en vez de reivindicar ante el Gobierno Central, medidas concretas.


En una España capaz de poner a un trilero político al frente del gobierno, no cabe sorpresa si todo dios hace trampas.


Ningún interés tengo en defender a Esperanza Aguirre y seguro que en Madrid tendrán, pese a la negativa oficial del PP, problemas con las listas de espera, una peculiar "privatización" de la sanidad y otros problemas. Pero el auténtico problema de la Sanidad en España, es la falta de profesionales para cubrir las plazas de ambulatorios y hospitales. Las competencias para autorizar la creación de facultades y universidades son del Gobierno Central. Me comenta que la Comunidad de Madrid ha solicitado cuatro Facultades de Medicina, mientras se le han concedido únicamente dos.


España se ha convertido en los últimos tiempos, en la fábrica de personal sanitario para el resto de países europeos, nuestro MIR es envidiado en otros países. Para colmo, el "mileurismo" también llegó a la sanidad por lo que, ante suculentas ofertas económicas de países como Francia, Gran Bretaña, Canadá, incluso Portugal, frente a horarios escandalosos y salarios tercermundistas, nuestro valioso personal sanitario (enfermeras, matronas, médicos y otros) emigra con la seguridad de encontrar un mejor futuro para los suyos.


Cuando incluso empresas públicas, han podido invertir en países extranjeros las ganancias obtenidas con un mercado español semi-esclavizado, en aras a "la libre circulación de capitales", que no deja de ser una una encubierta deslocalización de los beneficios, no nos rasguemos las vestiduras si ahora los ciudadanos, aprendida la lección, decidimos ser nosotros los que aprovechamos ese "libre mercado" y nos deslocalizamos.


¡Que el último apague la luz!

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